Prison Break, mejor comedia del año enero 9, 2007

(El siguiente artículo puede contener spoilers sobre la trama de la segunda temporada)

No, no se trata de una broma, ni tampoco me he equivocado al escribir el titulo de esta entrada. Simplemente resulta que Prison Break, en su esperada y decepcionante segunda temporada llega a causar más carcajadas que cualquiera de las nuevas comedias estrenadas en esta nueva temporada.

Y es que si la primera temporada de Prison Break se revelaba como una de las grandes sorpresas de la temporada pasada y como una de las apuestas más originales de los últimos años, en esta segunda temporada hemos asistido como capitulo a capitulo se ha ido transformando en una serie mediocre, repetitiva y que exige que el espectador se someta a un estado tal de credulidad que termina resultando irrisoria. Se notaba que la primera temporada estaba planteada como un solo arco argumental de 12 capítulos y que el éxito de la serie pilló totalmente por sorpresa a los guionistas que consiguieron salvar con nota la segunda mitad de temporada, sobre todo los últimos episodios donde se resolvía la trama de la escapada Pero la segunda temporada se ha vuelto más previsible y repetitiva sobre todo por la continua repetición de ciertos esquemas narrativos que supuestamente intenta crear una reacción de sorpresa en el espectador, y que puede que la primera vez lo consiga, pero a la cuarta vez ya intuyes lo que puede ocurrir.

Las continuas escapadas, hay algunas antológicas (vease el segundo capitulo y la escapada en el furgón), resultan tremendamente cómicas por lo disparatado y rocambolesco del planteamiento, incluso a veces parece que va a sonar la sintonía de Benny Hill. La serie es pura serie b, entretenida, si, pero tremendamente inverosímil y facilona. Abusan de las situaciones limites a veces casi asfixiantes que se resuelven de manera increíble y a la larga, quieras que no, termina cansando.

A este desgaste o empobrecimiento que a sufrido la serie en general han ayudado también, en gran medida, unas historias bastante flojitas como el continuo ir y venir (además a una velocidad de escándalo) de algunos personajes como Sucre en busca de su querida “Mari cuss” y Lync “modo padre coraje on” intentando salvar en más de una ocasión a LJ. U otras tramas como la de la doctora Tancredi, la caricaturesca situación de Bellick y el agente Mahone, etc…

En definitiva Prison Break es una gran idea, una genial ideal, una visión renovada del género carcelario, pero que su segunda temporada ha destapado las limitaciones de unos guionistas con buenas ideas pero con nula capacidad para desarrollarlas con un mínimo de talento. Seguiré atento al transcurso de esta segunda temporada para conocer su desenlace, aunque no albergo muchas esperanzas en que pueda remontar el vuelo.